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Ubicada en el municipio de Mazatepec, en la región norte del estado de Morelos, la Hacienda San Nicolás Tolentino es una de las propiedades más antiguas y representativas de la época colonial. Con una historia que se remonta al siglo XVI, esta hacienda fue testigo del desarrollo agrícola del virreinato, del dominio del sistema hacendario y de las transformaciones sociales que marcaron a México en los siglos siguientes.

Hoy, su arquitectura, su entorno natural y su importancia patrimonial la convierten en un espacio de memoria, contemplación y reflexión histórica.

Un origen virreinal ligado a las primeras encomiendas

La Hacienda San Nicolás Tolentino fue fundada en los primeros años del periodo colonial, probablemente en la segunda mitad del siglo XVI, como parte de las tierras entregadas en encomienda a colonizadores españoles. Su nombre honra a San Nicolás de Tolentino, santo agustino muy venerado por los primeros evangelizadores de la región. Desde sus inicios, la hacienda se dedicó a la agricultura, especialmente al cultivo de caña de azúcar, arroz y maíz, aprovechando las aguas del río Chalma y el clima cálido de la zona.

Durante los siglos XVII y XVIII, San Nicolás Tolentino se consolidó como una unidad productiva importante dentro del sistema agrícola de la Nueva España. Contaba con molinos, trojes, corrales, patios de procesamiento, canales de riego, viviendas para peones y una casa principal que aún hoy conserva sus muros gruesos, sus techos altos de teja y sus corredores con arquerías coloniales. También albergaba una capilla privada, dedicada a su santo patrono, que funcionaba como centro espiritual de la comunidad laborante.

El entorno que rodea la hacienda, con campos fértiles y árboles centenarios, conserva gran parte de la tranquilidad rural de antaño, y permite imaginar la vida de los jornaleros, mayorales y hacendados que dieron forma a esta historia.

Una historia de transformación social y declive productivo

Durante el siglo XIX, la hacienda continuó operando bajo el modelo latifundista. Fue adquirida por familias terratenientes que ampliaron su infraestructura y expandieron sus tierras. Sin embargo, con el paso del tiempo, las tensiones sociales comenzaron a crecer en la región, como en buena parte del estado de Morelos, donde el despojo de tierras comunales alimentó el descontento campesino.

En los primeros años del siglo XX, San Nicolás Tolentino fue escenario de conflictos agrarios que desembocaron en la participación activa de los pueblos vecinos en el movimiento zapatista. Las tierras de la hacienda fueron ocupadas en varias ocasiones por tropas del Ejército Libertador del Sur y posteriormente repartidas entre los campesinos organizados en ejidos.

A partir de ese momento, la hacienda dejó de operar como unidad de producción, y muchas de sus instalaciones fueron abandonadas o reutilizadas con fines comunitarios. A pesar del deterioro de algunas áreas, el casco principal se conserva como símbolo del pasado agrícola de la región y como ejemplo de la arquitectura colonial de Morelos.

Entorno turístico y valor cultural

Mazatepec es un municipio con gran riqueza natural, cultural e histórica. Se encuentra a poca distancia de localidades como Miacatlán, Tetecala y Coatetelco, lo que permite al visitante explorar una región llena de tradiciones vivas, paisajes montañosos, balnearios naturales y sitios arqueológicos. El cercano lago de Coatetelco, por ejemplo, es un atractivo popular para quienes disfrutan de la pesca, la navegación en trajineras o la observación de aves.

La visita a la Hacienda San Nicolás Tolentino puede integrarse en una ruta turística que incluya otros puntos de interés como la ex hacienda de Miacatlán, el convento agustino de Tetecala o los pueblos originarios que mantienen vivas sus lenguas y costumbres.

Tradiciones vivas en un entorno rural

La comunidad de Mazatepec y sus alrededores conservan un calendario festivo lleno de colorido, música y espiritualidad. Una de las celebraciones más importantes es la fiesta patronal en honor a San Nicolás de Tolentino, que tiene lugar el 10 de septiembre. Durante esta festividad se realizan misas solemnes, procesiones, danzas populares, ferias con juegos mecánicos y presentaciones de bandas de viento.

Otra tradición destacada es el carnaval, donde los chinelos danzan por las calles al ritmo del tambor y el pito, acompañados por comparsas, disfraces y carros alegóricos. Estas expresiones culturales reflejan la herencia indígena y mestiza de la región, y son oportunidades excepcionales para el visitante de integrarse en la vida comunitaria.

Durante el Día de Muertos, los habitantes decoran altares familiares y comunitarios con flores de cempasúchil, velas, calaveras de azúcar y comida tradicional, mostrando una profunda relación con sus ancestros y con la tierra.

Gastronomía de raíces profundas

La cocina de Mazatepec es rica en ingredientes locales y en recetas transmitidas de generación en generación. Entre los platillos más representativos se encuentran el mole rojo con guajolote, el clemole de res, los tamales nejos, los tacos de cecina y los tlacoyos rellenos de frijol o haba. También es común encontrar sopes, gorditas de manteca, quesadillas de maíz azul y atoles de diferentes sabores.

Para el postre, son populares los dulces de calabaza en tacha, camote con miel, conservas de frutas, pan de muerto en temporada y arroz con leche. Las bebidas tradicionales incluyen aguas frescas de jamaica, tamarindo o limón con chía, así como el pulque y el mezcal producido artesanalmente en la región.

En los días de feria o en el mercado municipal, se pueden degustar estos sabores auténticos en fondas familiares y puestos ambulantes, donde la sazón casera es el ingrediente principal.

Recomendaciones para una visita cultural y tranquila

Para visitar la Hacienda San Nicolás Tolentino, se recomienda hacerlo durante las festividades patronales o en temporada seca, cuando el clima es más favorable para caminar por los patios y alrededores del casco. Es útil contactar con autoridades locales o promotores culturales de Mazatepec para saber si se realizan visitas guiadas o actividades comunitarias.

Lleva ropa fresca, calzado cómodo, sombrero o gorra y agua potable, ya que las temperaturas pueden ser elevadas. También es conveniente llevar efectivo, pues no todos los establecimientos aceptan tarjetas bancarias.

Aprovecha para recorrer los pueblos vecinos, visitar las capillas rurales, conversar con los pobladores y adquirir productos locales como artesanías de palma, pan artesanal, dulces típicos y frutas de temporada.

Una joya colonial en tierras del sur

La Hacienda San Nicolás Tolentino es más que un vestigio del pasado: es un espacio donde convergen historia, tradición, paisaje y vida comunitaria. Su arquitectura centenaria, sus historias de trabajo y resistencia, y su integración en el entorno natural de Mazatepec hacen de ella un destino valioso para quienes desean conocer el alma rural de Morelos.

Al recorrer sus patios y corredores, el visitante entra en contacto con una etapa fundamental de la historia mexicana, pero también con una forma de vida que, pese a los cambios del tiempo, sigue latiendo con fuerza en los pueblos que rodean esta antigua hacienda. Es, sin duda, un lugar donde el pasado se vuelve presente y donde cada rincón cuenta una historia digna de ser escuchada.

Hacienda San Nicolás Tolentino

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