La perspectiva de conocer las haciendas de México que se encuentran ubicadas en los diferentes estados de la República Mexicana es muy interesante. Cada una de ellas cuenta con su particular atractivo, su singular oferta de descanso y esparcimiento para todos los turistas que las visiten.
En este post, deseamos subrayar la conveniencia que tiene acudir a las haciendas mexicanas, para disfrutar de muchas actividades relacionadas con el ecoturismo. Los invitamos cordialmente a conocer alguna de las muchas haciendas que existen en el territorio mexicano. Ponderando sus espacios silvestres, su riqueza en plantas y parajes de hermosura natural. Son santuarios para conocer lo mejor de la biodiversidad y ecología de México.
Historias de las haciendas de México
Edificadas entre los siglos XVI y XIX, las haciendas se perfilaron como núcleos de producción que definieron la economía de la Nueva España. De manera posterior, el México Independiente. En las haciendas de México se procesaban los minerales que se extraían de las minas. También se producía azúcar y se realizaban actividades ganaderas. Otros productos que se producían en las haciendas de México eran el pulque, tequila, café, vinos, cereales y cacao.
Además, las haciendas estaban en un entorno de vastas extensiones de terreno. Dominadas por la casa grande, sitio de residencia y oficina del propietario de la hacienda. La magnífica arquitectura y decoración interior manifestaban las tendencias de cada época. Si bien las adaptaciones de cada región, les dieron un estilo particular, de acuerdo a cada zona del país.
En el olvido
Con el paso del tiempo, varias de estas haciendas quedaron en el abandono. Aunque algunas de ellas se mantienen productivas adaptándose a los nuevos usos comerciales y tecnologías. Para fortuna de los turistas y viajeros ansiosos de conocer los antecedentes históricos de México, muchas de ellas han sido rescatadas y restauradas. Con miras para servir como lugares de hospedaje, balnearios, spas y museos.