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En el municipio de Lerdo, Durango, se encuentra uno de los sitios históricos más importantes del norte del país: la Hacienda La Loma.

También conocida como la Hacienda de la Santísima Trinidad de la Labor de España, esta ex hacienda no solo representa un ejemplo de la arquitectura del siglo XIX, sino que ha sido testigo de eventos trascendentales de la historia de México, como el paso del presidente Benito Juárez y la fundación de la División del Norte bajo el mando de Francisco Villa.

Un origen ligado a la prosperidad

La Hacienda La Loma fue construida en el año de 1821 por el empresario minero Juan José Zambrano, en un momento en que el norte del país vivía un auge económico relacionado con la minería, la agricultura y la ganadería. Su estructura refleja el poderío económico de quienes la habitaron, con amplios patios, techos altos, gruesos muros y una distribución que incluía más de 20 habitaciones, además de una capilla, sacristía, oficinas, cocina, comedor, un sótano y corredores con arquería. Se trataba de una propiedad autosuficiente, como muchas otras haciendas del México decimonónico, donde se concentraba la producción agrícola y ganadera para consumo local y regional.

Refugio de un presidente

Uno de los capítulos más importantes en la historia de esta hacienda ocurrió en septiembre de 1864, durante la Segunda Intervención Francesa. En su camino hacia el norte para reorganizar su gobierno republicano, el presidente Benito Juárez encontró en la Hacienda La Loma un lugar seguro donde pernoctar antes de continuar hacia la ciudad de Durango. Este hecho quedó registrado en documentos históricos y fue conservado en la memoria oral de la región, incrementando el valor simbólico de la propiedad.

Cuna de la División del Norte

Años después, en plena Revolución Mexicana, la Hacienda La Loma volvió a ser escenario de un hecho trascendental. El 29 de septiembre de 1913, Francisco Villa reunió allí a sus fuerzas revolucionarias y dio origen formal a la famosa División del Norte. En este lugar se delinearon estrategias, se juró lealtad a la causa revolucionaria y se fortalecieron los lazos entre los jefes villistas. Desde entonces, la hacienda quedó marcada como una referencia ineludible en la historia militar y social de México.

Transformación en museo

Gracias al esfuerzo de los habitantes de Lerdo y a la conciencia histórica de sus autoridades locales, la hacienda fue rescatada del abandono en 1989, cuando se inauguró el Museo General Francisco Villa y la División del Norte. Este museo ofrece a los visitantes una experiencia inmersiva en la Revolución Mexicana, con salas que exhiben fotografías, documentos, estandartes, uniformes, armas, objetos de uso cotidiano y reproducciones de momentos históricos relevantes. Uno de los elementos más destacados es la recreación del momento en que Villa firma la formación de su ejército revolucionario.

Además del museo, la hacienda conserva muchos de sus elementos originales, lo que permite imaginar cómo era la vida en su época de esplendor. La arquitectura colonial, los patios interiores, los corredores techados con vigas de madera y las habitaciones amplias crean un ambiente que transporta al visitante a un pasado vivo.

Estado actual y desafíos legales

A pesar de su importancia histórica y cultural, la Ex Hacienda La Loma enfrenta actualmente varios retos. Uno de los principales es el deterioro físico del inmueble, causado por el paso del tiempo, la falta de mantenimiento constante y los fenómenos naturales. Por ejemplo, la puerta principal, uno de los símbolos del edificio, ha tenido que ser apuntalada con vigas debido a su debilitamiento estructural.

Además, existen disputas legales sobre la propiedad del sitio. Durante años, el inmueble ha sido reclamado tanto por particulares como por autoridades, dificultando la inversión en su restauración y conservación. Las controversias entre Juan Villarreal y Gloria Alicia Acosta, quienes aseguran tener derechos sobre el predio, han frenado proyectos para convertir la hacienda en patrimonio público o centro cultural regional.

Iniciativas ciudadanas y turísticas

A pesar de los problemas legales y estructurales, la comunidad de Lerdo no ha dejado que la Hacienda La Loma caiga en el olvido. Cada año se realizan eventos culturales y conmemorativos para mantener vivo su legado. Entre estas actividades se encuentran las “rodadas” motociclistas en honor a la División del Norte, recorridos guiados, ferias culturales y presentaciones artísticas.

También ha sido parte del programa turístico “Tu Fin de Semana en Lerdo”, en el que la hacienda forma parte de una ruta que busca reactivar el interés por el patrimonio histórico de la región. Estas iniciativas han contribuido a generar conciencia sobre el valor histórico del sitio, y a posicionarlo como un atractivo cultural del estado de Durango.

Propuesta de expropiación

En 2023, descendientes del general Francisco Villa presentaron ante el cabildo de Lerdo una solicitud para expropiar legalmente la hacienda y convertirla en propiedad municipal. Esta propuesta busca garantizar su preservación a largo plazo y darle un uso público como museo, centro cultural, archivo histórico y espacio para actividades comunitarias. Se espera que, con el respaldo de las autoridades estatales y federales, se puedan resolver los conflictos de propiedad y destinar recursos para su restauración integral.

La Hacienda La Loma no es solo un edificio antiguo: es un símbolo de la historia nacional, un punto de encuentro entre el pasado y el presente. Fue refugio de un presidente, cuna de un ejército revolucionario, y hoy sigue siendo un lugar de memoria para el pueblo de Lerdo y todos los mexicanos interesados en su historia. Con voluntad política y participación ciudadana, este monumento puede convertirse en un ejemplo de cómo rescatar el patrimonio cultural y darle nueva vida como espacio para la educación, el turismo y la identidad colectiva.

Hacienda La Loma

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