En el corazón de Tlaxcala, muy cerca de San Miguel el Piñón, se encuentra un…

En el municipio de Atlangatepec, al norte del estado de Tlaxcala, se encuentra la Hacienda San José Atlangatepec, un espacio histórico que ha sabido adaptarse a los tiempos sin perder su esencia rural.
Esta hacienda, rodeada por los fértiles campos del altiplano, representa un modelo de desarrollo sostenible en donde la ganadería, la preservación ambiental y el turismo rural conviven en equilibrio. Para quienes buscan una experiencia auténtica, cercana a la tierra y cargada de historia, San José Atlangatepec es una parada obligada.
Un legado centenario
La Hacienda San José Atlangatepec tiene su origen en el siglo XIX, cuando fue fundada como una propiedad dedicada principalmente a la cría de ganado vacuno y al cultivo de cereales como maíz, cebada y avena. La altitud —superior a los 2,400 metros sobre el nivel del mar—, junto con un clima templado subhúmedo, brindaron desde sus inicios condiciones óptimas para la producción agropecuaria.
A diferencia de muchas otras haciendas que cayeron en abandono después de la Revolución Mexicana, San José Atlangatepec fue transformándose poco a poco en un centro de producción moderna, sin dejar de lado sus raíces. Su casco principal conserva el diseño clásico de las haciendas rurales del centro de México: patios amplios, muros de adobe, corredores con columnas y techos de teja que resguardan historias de generaciones enteras.
Una experiencia rural viva
Actualmente, la hacienda ofrece una experiencia rural integral en la que el visitante puede conocer el funcionamiento de una ganadería sostenible, así como participar en diversas actividades del campo. Uno de los principales atractivos es el recorrido por los establos y corrales, donde se crían reses de razas adaptadas al clima local, como el ganado charolés y limusín. Los visitantes pueden observar el proceso de alimentación, reproducción y ordeña, y comprender la importancia de prácticas responsables en la industria ganadera.
También es posible visitar los invernaderos y áreas de cultivo donde se siembran forrajes y hortalizas, muchos de ellos bajo técnicas agroecológicas. El personal de la hacienda —formado en su mayoría por habitantes de comunidades cercanas— comparte su conocimiento con amabilidad, explicando cómo se maneja la producción para respetar los ciclos naturales y reducir el impacto ambiental.
Educación y sustentabilidad
Uno de los pilares del proyecto de San José Atlangatepec es la educación ambiental. La hacienda colabora con instituciones educativas locales y recibe visitas escolares que permiten a niñas, niños y jóvenes conocer de cerca la vida en el campo. Durante estas visitas se imparten talleres sobre manejo de residuos, conservación del agua, reforestación y producción de alimentos saludables.
Además, se han instalado sistemas de captación de agua pluvial y paneles solares, lo que convierte al lugar en un ejemplo de transición hacia modelos energéticos más responsables. Este compromiso con el medio ambiente se extiende al manejo del paisaje: la hacienda participa en esfuerzos de conservación de la cuenca del río Zahuapan y colabora en programas de reforestación con especies nativas como encino, sabino y pino.
Naturaleza y avistamiento de aves
Ubicada muy cerca de la laguna de Atlangatepec, uno de los cuerpos de agua más importantes del estado, la hacienda se ha convertido en un punto estratégico para el avistamiento de aves migratorias. Cada año, entre los meses de noviembre y marzo, la laguna recibe miles de patos, garzas, gaviotas y otras especies que encuentran refugio en este humedal.
La hacienda organiza paseos guiados en los alrededores, que incluyen caminatas ecológicas, observación de aves con binoculares y recorridos en bicicleta. Es una oportunidad única para conectar con el entorno natural, respirar aire puro y descubrir la riqueza biológica de Tlaxcala, muchas veces subestimada.
Gastronomía de la tierra
Uno de los grandes placeres de visitar la Hacienda San José Atlangatepec es disfrutar de su gastronomía rural, elaborada con ingredientes locales y recetas tradicionales. En su comedor se sirven platillos como caldo de res, barbacoa, frijoles con hoja de aguacate, tortillas hechas a mano y salsas molcajeteadas. También se ofrecen productos derivados de la leche como quesos frescos, cremas, requesón y yogur artesanal, elaborados en la misma hacienda.
A lo largo del año, se celebran ferias gastronómicas y eventos culturales que reúnen a productores locales, cocineras tradicionales, músicos y artesanos, en un ambiente familiar y festivo.
Turismo con propósito
Más allá de ser un destino turístico, la Hacienda San José Atlangatepec representa una propuesta de turismo con sentido, en la que el viajero no es solo un espectador, sino parte activa de una comunidad que trabaja por preservar sus recursos y su historia. Cada visita contribuye a sostener los empleos rurales, a conservar el ecosistema de la laguna y a fortalecer el tejido social de la región.
La hacienda también ofrece alojamiento en habitaciones rústicas, decoradas con elementos tradicionales, ideales para quienes desean pasar más de un día y vivir con calma la experiencia del campo. Durante la estancia se pueden tomar talleres de pan artesanal, cuidado de animales, herbolaria y carpintería básica.
Cómo llegar y cuándo visitar
La Hacienda San José Atlangatepec se ubica a unos 40 minutos de la ciudad de Tlaxcala y a poco más de dos horas desde la Ciudad de México, por la carretera Apizaco–Tlaxco. Se recomienda visitar en los meses de otoño e invierno, cuando la laguna alcanza su esplendor y la temperatura fresca invita a recorrer los campos sin prisas.
Hacienda San José Atlangatepec es una muestra viva de cómo la tradición rural puede convivir con la innovación y la conciencia ambiental. En este rincón de Tlaxcala, el visitante no solo encuentra paisajes y sabores inolvidables, sino también una invitación a reconectar con los ritmos de la tierra, con la historia que se siembra y cosecha cada día.
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