Hacienda San José del Refugio

En el pintoresco municipio de Amatitán, Jalisco, a pocos kilómetros del célebre pueblo de Tequila, se encuentra la Hacienda San José del Refugio, un sitio emblemático que combina historia, tradición y la esencia del tequila mexicano. Conocida como el hogar de Tequila Herradura, esta hacienda es un pilar fundamental de la Ruta del Tequila y parte del Paisaje Agavero, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2006.

Su legado, que abarca más de un siglo y medio, refleja la evolución de la industria tequilera, la riqueza cultural de Jalisco y la resistencia frente a los cambios históricos, desde la Guerra Cristera hasta la modernización del siglo XX. Este artículo explora la historia, la importancia cultural y el atractivo turístico de esta hacienda icónica.

Orígenes y Fundación

La Hacienda San José del Refugio, cuyo nombre evoca su papel como refugio durante tiempos turbulentos, tiene sus raíces en el siglo XIX. Aunque algunas fuentes sugieren que sus orígenes se remontan a un sacerdote que cultivaba agave azul, la historia oficial de la hacienda como productora de tequila comenzó en 1870, cuando Félix López tomó posesión de la finca y la registró formalmente como una destilería. Amatitán, cuyo nombre significa “lugar donde abundan los árboles de amate,” ofrecía un entorno ideal para el cultivo del agave azul Tequilana Weber, la materia prima del tequila. La hacienda se convirtió rápidamente en un centro de producción, aprovechando el clima cálido y seco de la región, ideal para el agave.

El nombre “Herradura,” que significa herradura de caballo, proviene de una leyenda según la cual se encontró una herradura en la propiedad, un símbolo de buena suerte que se convirtió en la marca distintiva del tequila producido en la hacienda. Bajo la administración de Félix López y, posteriormente, de su esposa Carmen Rosales y su familia, la hacienda consolidó su reputación como una de las mejores equipadas para la producción de tequila, utilizando métodos tradicionales que aún se preservan en su museo.

La Guerra Cristera y el Túnel Secreto

Durante la Guerra Cristera (1926-1929), un conflicto entre el gobierno mexicano y grupos católicos que se oponían a las políticas anticlericales, la Hacienda San José del Refugio adquirió un significado adicional como un lugar de refugio. Según relatos históricos, la hacienda sirvió como escondite para familias y religiosos que defendían sus creencias. Un túnel subterráneo, que se dice se extiende desde Amatitán hasta la Catedral de Guadalajara (aproximadamente 60 km), fue utilizado como vía de escape para los perseguidos. Este túnel, que aún se puede visitar en los recorridos turísticos, guarda historias inquietantes, incluyendo el hallazgo de objetos oscuros y documentos que sugieren usos menos nobles en tiempos posteriores. Estas narrativas añaden un aura de misterio a la hacienda, enriqueciendo su valor histórico.

La Modernización y el Legado de Tequila Herradura

En 1963, bajo la dirección de Gabriela Romo de la Peña, la Hacienda San José del Refugio entró en una nueva era de modernización. Fue ella quien introdujo el tequila reposado en 1974, una innovación que revolucionó la industria al ofrecer un producto más suave y complejo, envejecido en barricas de roble. La hacienda mantuvo su compromiso con la calidad, utilizando agave 100% azul y procesos artesanales certificados por la Norma ISO 9001.

En el siglo XXI, la hacienda enfrentó desafíos comerciales. En 2001, la familia Romo de la Peña vendió el 25% de sus acciones a la empresa española Osborne, pero en 2004 recuperó el control total por 100 millones de dólares, demostrando su determinación por mantener la autonomía. Hoy, las marcas de Casa Herradura, incluyendo Tequila Herradura y El Jimador, son comercializadas por Brown-Forman, exportándose a más de 100 países, con 11 millones de cajas enviadas anualmente a Estados Unidos y 8 millones consumidas en México.

El Proceso Tradicional y el Museo

La Hacienda San José del Refugio es famosa por preservar las técnicas tradicionales de producción de tequila, muchas de las cuales se exhiben en su fábrica antigua, ahora convertida en un museo. Los visitantes pueden ver hornos de piedra, tahonas movidas por mulas, alambiques de cobre y tinajas de fermentación, que evocan los métodos del siglo XIX. El proceso comienza con la jima, donde los jimadores cortan las hojas del agave con una coa, dejando solo la piña, que se cuece, fermenta y destila para producir el tequila. Este enfoque artesANAL, combinado con instalaciones modernas, hace de la hacienda un lugar único donde pasado y presente coexisten.

Atractivo Turístico y el Tequila Express

Hoy, la Hacienda San José del Refugio es una de las principales atracciones de la Ruta del Tequila, accesible desde Guadalajara a través del Tequila Herradura Express, un tren turístico que opera los sábados. Los recorridos, que cuestan alrededor de $230-$490 MXN dependiendo del paquete, incluyen visitas guiadas por la hacienda, degustaciones de tequila blanco, reposado y añejo, y espectáculos de mariachi y ballet folclórico. Los tours, disponibles de martes a domingo, destacan tanto la arquitectura rústica de la hacienda como sus jardines y la fábrica antigua, declarada Patrimonio de la Humanidad. Los visitantes elogian la hospitalidad del personal y la experiencia inmersiva, aunque algunos señalan que el almuerzo incluido en los paquetes premium podría mejorar.

Reflexiones Finales

La Hacienda San José del Refugio es más que una destilería; es un símbolo de la identidad jalisciense y la tradición tequilera. Su historia, desde su fundación en 1870 hasta su papel como refugio en la Guerra Cristera y su modernización en el siglo XX, refleja la resiliencia y la innovación de Amatitán. Como parte del Paisaje Agavero, la hacienda no solo produce uno de los tequilas más reconocidos del mundo, sino que también ofrece una ventana al pasado y a la cultura mexicana. Visitarla es una experiencia que combina historia, sabor y paisajes, invitando a los viajeros a saborear el tequila con calma, como un verdadero elixir que “calienta el alma y junta corazones.”