Hacienda Encantada Resort & Residences

La historia de Hacienda Encantada se remonta a principios del siglo XXI, cuando una familia visionaria de Baja California transformó un terreno escarpado en un resort que evoca las haciendas virreinales de Nueva España. Inaugurado en 2004, el proyecto surgió como respuesta al boom turístico de Los Cabos, impulsado por la pesca deportiva y el avistamiento de ballenas que atrajo a celebridades como Bing Crosby en los años 40.

Aunque no es una hacienda colonial auténtica, su diseño —con muros de cantera, arcos de medio punto y patios sombreados por palmeras— rinde homenaje a la arquitectura ranchera de la región, influida por misiones jesuitas del siglo XVIII y la tradición perlera guaycú.

Propiedad familiar desde su fundación, el resort ha crecido hasta abarcar 17 hectáreas, incorporando las Residencias en 2010 como villas privadas para dueños de timeshares. Esta evolución refleja la resiliencia bajacaliforniana: de tierras áridas usadas para ganadería en el siglo XIX a un enclave de lujo sostenible, con programas de conservación que protegen tortugas marinas y cactus endémicos. Hoy, afiliado a Preferred Hotels & Resorts, Hacienda Encantada no solo preserva el encanto mexicano, sino que lo eleva con toques contemporáneos, como piscinas infinitas que se funden con el horizonte, creando un puente entre tradición y modernidad en la punta de la península.

Llegada y Encanto Colonial

Llegar a Hacienda Encantada es un descenso mágico hacia el paraíso: la carretera escénica desde el aeropuerto, flanqueada por saguaros y vistas al Pacífico, desemboca en una entrada de hierro forjado que anuncia serenidad absoluta. Perchado en acantilados de 50 metros, el resort se despliega en terrazas escalonadas que imitan un pueblo colonial, con jardines xerófilos de agaves y buganvillas que mitigan el sol ardiente. Sus 205 suites y 35 residencias ofrecen opciones para todos: los Encanto Studios de 60 m² con cocina compacta y balcón privado; las Hacienda Suites de 130 m² con jacuzzi y vistas al mar; o las lujosas villas de 2-4 dormitorios con piscinas infinitas exclusivas y mayordomía 24/7.

Las habitaciones fusionan lo rústico —techos de teja, pisos de talavera— con lo moderno: camas king con sábanas egipcias, Wi-Fi de alta velocidad y minibar surtido. La piscina principal, de 1,000 m² con bar acuático, es el epicentro social, mientras jacuzzis termales y un kids club con juegos prehispánicos aseguran diversión familiar. Para grupos, salones como el Gran Patio acomodan hasta 300 invitados, ideales para bodas al atardecer. El shuttle gratuito a la hermana Marina Fiesta, a 10 minutos, facilita accesos a playas como Medano, fomentando una estancia versátil en este rincón elevado sobre el mar.

Sabores del Mar de Cortés

La gastronomía en Hacienda Encantada es un viaje sensorial por Baja California, con ocho restaurantes que destacan ingredientes locales en menús all-inclusive. El principal, La Hacienda, bajo arcos coloniales, sirve desayunos buffets con chilaquiles de mariscos y jugos de pitaya fresca. Para almuerzos, El Toro ofrece tacos de langosta ahumada en mezquite o ensaladas de nopal con queso de cabra regional. Cenas románticas en La Vista incluyen filetes de atún en costra de semillas de damiana —licor afrodisíaco local— o mole de mariscos, maridados con vinos de la Ruta del Vino Valle de Guadalupe.

El swim-up bar, con micheladas de camarón y tequilas artesanales, anima las tardes, mientras catas guiadas narran la historia del agave desde los coahuiltecas. En fines de semana, pop-ups de chefs invitados fusionan lo molecular con lo tradicional, como esferificaciones de ceviche. La sostenibilidad brilla: huertos orgánicos suministran hierbas, y menús zero-waste reducen plásticos. Reseñas elogian la frescura: “Comida que captura el alma de Baja, con porciones generosas”, escribe un huésped en TripAdvisor. Precios all-inclusive inician en 350 USD por noche, cubriendo cinco restaurantes en la Marina.

Explorando Los Cabos: Aventuras desde el Corredor

Hacienda Encantada es portal a las maravillas de Los Cabos. A 10 minutos en shuttle, la Marina de Cabo San Lucas bulle con yates y tours al Arco, icono rocoso donde el Pacífico se une al Mar de Cortés. Snorkel en Chileno Beach, a 5 km, revela mantarrayas y peces loro en aguas cristalinas. Para adrenalina, safaris en buggy por el desierto o pesca deportiva capturan marlines en temporada (octubre-abril). El Campo de Golf Cabo del Sol, a 15 minutos, desafía con 27 hoyos rodeados de dunas, mientras el Parque Nacional Cabo Pulmo, a una hora al sur, presume el arrecife coralino más antiguo de Norteamérica para buceo con tiburones ballena.

Hacia el norte, Todos Santos —Pueblo Mágico a 80 km— cautiva con galerías y cevicherías artesanales. En temporada de ballenas (diciembre-marzo), avistamientos desde la costa son épicos. El resort organiza excursiones, desde zip-lines en el cañón hasta catas en bodegas como Monte Xanic, enriqueciendo la estancia con la diversidad de Baja.

Bienestar y Ecoturismo en el Acantilado

Más allá del lujo, Hacienda Encantada prioriza el alma: el Spa Encantada, en una ex-bodega de cantera, ofrece masajes con aceites de jojoba local y temazcales prehispánicos de dos horas para purificación. Sesiones de yoga al amanecer en terrazas con vistas infinitas sincronizan con el vuelo de pelícanos, mientras clases de tai chi incorporan filosofías mayas. Programas ecoturísticos incluyen caminatas guiadas por acantilados, identificando especies endémicas como el águila real y cardones centenarios, con reforestación que combate la erosión desértica.

Colaboraciones con comunidades pericúes apoyan artesanías de chaquira, y talleres de permacultura enseñan cultivo en suelos áridos. Para familias, el kids club explora mitos guaycúes con cacerías de tesoros. En noches claras, telescopios en el observatorio revelan la Vía Láctea, uno de los cielos más puros del mundo, fomentando un turismo responsable en un ecosistema frágil.

Voces de los Visitantes

Huéspedes alaban su autenticidad: “Un santuario sereno con vistas que roban el aliento y staff que anticipa cada deseo”, comparte una pareja en Booking.com, destacando la limpieza impecable. Familias valoran las villas: “Espaciosas y privadas, perfectas para grupos”, mientras reseñas en TripAdvisor (4/5 de 9,015 opiniones) elogian el servicio personalizado, aunque algunos notan desgaste en suites y costos extras en all-inclusive. “Tranquilo, sin fiestas ruidosas, ideal para desconectar“, añade un bloguero. Contacta al +52 624 163 4350 o reservas@haciendaencantada.com; tarifas desde 300 USD en temporada baja.

Un Encanto Eterno en Baja California Sur

En un Los Cabos de resorts glamorosos, Hacienda Encantada brilla como un secreto familiar: auténtico, restaurador y profundamente mexicano. Aquí, el eco de haciendas pasadas se funde con el rugido del mar, invitando a redescubrir la simplicidad en piscinas infinitas o atardeceres en el Arco. Ya sea buceando corales, catando tequilas o meditando en acantilados, este enclave nutre el espíritu aventurero. Baja California Sur, con su wild heart, late fuerte en cada vista y sonrisa. Si anhelas un escape encantado, el Corredor Turístico te llama.