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Enclavada entre los municipios de Conkal y Chicxulub Pueblo, a tan solo 30 minutos del centro de Mérida, la Hacienda San Diego Cutz se ha consolidado como una de las propiedades más elegantes y versátiles para eventos sociales en Yucatán.
Rodeada de vegetación selvática, árboles centenarios y caminos de piedra, esta hacienda henequenera restaurada ofrece un entorno sofisticado, sereno y cargado de historia. Con su combinación de arquitectura colonial, comodidades modernas y servicios personalizados, representa una experiencia única para quienes buscan un lugar especial que combine cultura, lujo y naturaleza.
Historia de una hacienda henequenera
Como muchas propiedades rurales de Yucatán, San Diego Cutz tuvo su origen en el siglo XIX como una hacienda dedicada al cultivo y procesamiento del henequén, el llamado “oro verde” que impulsó la economía regional durante más de cien años. Durante el auge henequenero, esta hacienda formó parte del cinturón productivo del norte del estado, abasteciendo de fibra a mercados nacionales e internacionales.
Tras el declive del henequén y los efectos de la reforma agraria de 1937, San Diego Cutz entró en un largo periodo de abandono. Fue hasta el siglo XXI que una familia local la rescató y emprendió un proceso de restauración profundo, devolviéndole su esplendor original y adaptándola a su nuevo propósito: ser un espacio de eventos exclusivos, bodas de destino y experiencias culturales.
Arquitectura colonial restaurada con detalles modernos
La casa principal de la hacienda es un ejemplo elegante de la arquitectura yucateca del siglo XIX. Con altos techos, muros de mampostería, pisos de pasta y grandes ventanales, el edificio conserva el encanto histórico al tiempo que incorpora elementos de confort contemporáneo. Destaca su corredor con arcos de medio punto, su vestíbulo decorado con piezas antiguas y una cuidada iluminación indirecta que realza los detalles arquitectónicos al caer la noche.
A lo largo del conjunto se distribuyen otros espacios restaurados, como la casa de máquinas, la capilla, los jardines centrales y un amplio estanque rectangular, que en su momento abastecía de agua a las labores de campo. La vegetación circundante, cuidadosamente conservada, actúa como un marco natural que acentúa la serenidad del lugar.
Un espacio exclusivo para bodas y eventos sociales
La Hacienda San Diego Cutz ha sido cuidadosamente acondicionada para ofrecer eventos de alto nivel, especialmente bodas, aniversarios, sesiones fotográficas, lanzamientos de marca y reuniones corporativas. Con capacidad para albergar hasta 800 personas, dispone de distintas áreas que permiten organizar eventos de día y de noche, formales o relajados, tradicionales o modernos.
Los jardines con iluminación ambiental, la capilla privada y los espacios techados ofrecen una gran flexibilidad. Además, el antiguo corredor de la casa principal ha sido adaptado para cocteles y recepciones más íntimas. La hacienda también ofrece la posibilidad de montar pistas de baile, áreas lounge, escenarios para grupos musicales y zonas VIP.
Uno de sus principales valores diferenciadores es la posibilidad de tener eventos rodeados de naturaleza, sin perder la sofisticación. El entorno es tranquilo, privado y sin interferencias de ruido urbano, lo que garantiza una experiencia fluida y elegante.
Servicios personalizados y atención al detalle
El equipo de San Diego Cutz trabaja en colaboración con wedding planners y productores de eventos para ofrecer servicios integrales que incluyen:
- Renta de mobiliario clásico o contemporáneo
- Iluminación profesional
- Decoración floral y temática
- Gastronomía regional o internacional con chefs certificados
- Música en vivo, DJ o espectáculos culturales
- Servicio de seguridad, valet parking y coordinación logística
Además, la hacienda cuenta con habitaciones privadas de descanso, baños amplios, cocina de apoyo, bodega y áreas reservadas para proveedores. La atención es completamente personalizada, con énfasis en el diseño de experiencias memorables.
Localización y entorno natural
San Diego Cutz se encuentra en el kilómetro 10 de la carretera Conkal–Chicxulub Pueblo, en una zona de crecimiento residencial y turístico que combina la tranquilidad del campo con la cercanía a Mérida y la costa. Su acceso es sencillo tanto desde el Periférico como desde la carretera a Progreso.
A pesar de su cercanía con la ciudad, el entorno inmediato de la hacienda está compuesto por vegetación endémica, árboles de ceiba, huayas y ramón, y senderos de piedra que conservan el espíritu rural original.
Turismo y atractivos cercanos
Una ventaja de organizar eventos en San Diego Cutz es su ubicación estratégica, que permite al visitante explorar diversos atractivos culturales y naturales de la región. Algunos puntos de interés cercanos incluyen:
- El centro histórico de Mérida, con su catedral, museos y arquitectura colonial.
- Puerto Progreso, a solo 30 minutos, ideal para quienes desean combinar la boda con días de playa.
- Haciendas vecinas como San Antonio Hool o Xcanchacán, que ofrecen recorridos históricos y gastronomía regional.
- La Ruta de los Cenotes en Homún y Cuzamá, ideal para actividades post-evento.
- Parques ecoturísticos como X’tabah o El Corchito, que permiten el avistamiento de fauna y paseos en kayak.
Además, la cercanía con aeropuertos, hoteles boutique y villas privadas hace de esta hacienda un punto ideal para bodas de destino y turismo de lujo.
Patrimonio restaurado con visión de futuro
La Hacienda San Diego Cutz representa la conjunción entre rescate patrimonial, turismo de experiencias y lujo sostenible. Cada rincón, desde la piedra antigua hasta la vegetación que la envuelve, habla de una historia que ha sido cuidadosamente recuperada para ofrecer un presente vibrante.
No es solo un recinto para fiestas, sino una escenografía viva de la historia yucateca, lista para recibir momentos únicos bajo sus cielos estrellados y entre sus corredores centenarios. Perfecta para quienes desean una celebración inolvidable, con alma, estilo y profundidad.
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