La Hacienda Los Dejados, también conocida como Los Maraña, se ubica en la localidad de…

La Hacienda La Ceiba es un rincón lleno de historia, naturaleza y hospitalidad ubicado en el Pueblo Mágico de Villa del Carbón, en el Estado de México. Esta zona montañosa, conocida por su clima templado, su vegetación abundante y su aire puro, alberga una de las haciendas más encantadoras de la región. Rodeada de bosques de pino y encino, con vistas despejadas a colinas verdes y caminos empedrados, la hacienda representa un equilibrio perfecto entre lo rústico y lo acogedor, ideal para quienes buscan desconectar del ritmo urbano sin alejarse demasiado del Valle de México.
Para llegar desde la Ciudad de México, basta con tomar la autopista México–Querétaro y desviarse a la altura de Tepotzotlán hacia Villa del Carbón. Desde el centro del pueblo, un camino señalizado conduce en menos de 15 minutos a las puertas de la hacienda. El acceso es sencillo, el camino es transitable durante todo el año y la llegada se convierte en parte de la experiencia, gracias al paisaje montañoso que acompaña el trayecto.
Orígenes y estilo de una hacienda con carácter
La Hacienda La Ceiba no es una construcción virreinal como otras haciendas más antiguas, pero posee un fuerte carácter tradicional que combina elementos de arquitectura colonial con detalles contemporáneos. Sus muros de piedra, sus tejados de barro, sus puertas de madera labrada y sus amplios corredores remiten a las casas de campo del México rural de finales del siglo XIX y principios del XX.
El nombre “La Ceiba” evoca el árbol sagrado de muchas culturas mesoamericanas, símbolo de vida y conexión entre el cielo, la tierra y el inframundo. En esta propiedad, el espíritu de la ceiba se manifiesta en el respeto por la naturaleza, la armonía del entorno y la calidez de sus espacios. La hacienda ha sido restaurada y acondicionada para ofrecer servicios de alojamiento, eventos y experiencias personalizadas, sin perder su esencia campestre.
Un espacio para el descanso y la contemplación
Uno de los principales atractivos de Hacienda La Ceiba es su vocación como refugio de descanso. Aquí, el tiempo parece detenerse. Las habitaciones están decoradas con muebles rústicos, textiles artesanales y detalles que remiten a la tradición mexicana: lámparas de hierro forjado, cobijas de lana, cerámicas pintadas a mano y chimeneas de piedra que se encienden en las noches frescas.
Desde cada ventana se puede contemplar el bosque, escuchar el canto de las aves y respirar un aire puro que invita al sosiego. El ambiente es ideal para parejas, familias o viajeros solitarios que buscan una pausa del ruido citadino. También es una opción muy valorada para retiros de meditación, encuentros de bienestar o simplemente fines de semana de reconexión personal.
Naturaleza, actividades al aire libre y contacto con el campo
La Ceiba no solo ofrece descanso, sino también aventura y conexión con la naturaleza. La hacienda cuenta con senderos propios que recorren sus terrenos, ideales para caminatas matutinas, observación de aves o recorridos guiados por el bosque.
Se organizan cabalgatas a través de los caminos rurales que cruzan la región, así como talleres de agricultura orgánica, recorridos por huertos, y visitas a establos y corrales donde se puede convivir con animales de granja. Durante ciertas temporadas, se cosechan frutos de temporada, se elaboran conservas o se imparten clases de cocina tradicional. Todo ello bajo un enfoque sostenible, que privilegia el respeto por el entorno y la participación activa de los visitantes en el quehacer diario del campo.
Gastronomía casera y sabores de montaña
La cocina de la Hacienda La Ceiba es otro de sus grandes valores. En su restaurante se preparan platillos típicos del centro de México, con recetas familiares y productos frescos provenientes de la propia finca o de productores locales. El menú varía según la temporada, pero siempre incluye delicias como consomé de hongos, barbacoa al horno de piedra, mole de olla, quesadillas con flor de calabaza, y postres elaborados con frutas silvestres.
El pan es horneado en casa y el café, cultivado en regiones cercanas, se sirve recién molido. Comer en La Ceiba es un acto de celebración, no solo por el sabor de los platillos, sino por el ambiente cálido y el servicio atento que acompaña cada comida.
Eventos con sentido y atmósfera única
Gracias a su belleza natural y a la versatilidad de sus espacios, Hacienda La Ceiba se ha consolidado como un lugar ideal para celebrar eventos íntimos y significativos. Bodas, aniversarios, reuniones familiares o retiros de empresas encuentran en sus jardines, patios empedrados y salones interiores el escenario perfecto.
Cada evento se diseña a la medida, con detalles cuidados y un enfoque en la autenticidad. La presencia del bosque, la tranquilidad del entorno y la calidez de las instalaciones convierten cualquier celebración en una experiencia inolvidable.
Compromiso con la comunidad y el entorno
La hacienda no solo funciona como destino turístico, sino también como agente de desarrollo local. Parte de su personal pertenece a comunidades cercanas, se fomenta el consumo de productos regionales y se trabaja en alianza con artesanos, agricultores y promotores culturales de Villa del Carbón.
Esto ha permitido que el proyecto no solo conserve el carácter local, sino que contribuya activamente a la economía de la región. También se promueven actividades culturales como presentaciones musicales, exposiciones de arte popular y talleres artesanales que permiten a los visitantes conocer más a fondo la identidad del lugar.
Una experiencia que une lo rústico y lo espiritual
Visitar Hacienda La Ceiba es más que alojarse en una casa rural. Es entrar en un espacio donde lo simple se convierte en esencial, donde el contacto con la tierra se convierte en una forma de descanso profundo, y donde la hospitalidad se ofrece sin pretensiones, con una sonrisa franca y una taza caliente al atardecer.
Es un lugar donde el silencio tiene valor, donde los árboles cuentan historias, y donde cada detalle está pensado para ofrecer una experiencia íntima, sincera y significativa. Ya sea como escapada de fin de semana, como destino de reconexión o como sede de un evento especial, La Ceiba se presenta como un santuario del alma rural mexicana, lleno de vida, belleza y propósito.
Comments (0)